martes, 15 de mayo de 2012

Desde El Orillar nos fuimos a Japón


He seleccionado dos  momentos especiales de toda la experiencia:

La asistencia a una clase de Moriteru Uesiba (nieto del fundador del Aikido) en el Umbo Dojo de Tokio. 
José Manuel Sanabria en esta primer foto con Moriteru después de haber sudado en su clase. sobre un tatami realmente expléndido y un ambiente de auténcia dedicación a la práctica del aikido (ai= armonía, Ki= energía, do= camino)


Un momento de especial emoción fue cuando uno de los ukes de Moriteru (discípulos con los  que practica las técnicas de absorción y proyección de la energía del atacante) preguntó por los españoles que querían hacerse una foto con el nieto del fundador.


También especialmente emocionante es perderse por los innumerables templos budistas, sintoistas, zen que hay en ese país tan diverso y contradictorio para el viajero. Que le transportan a un tiempo sin tiempo, y producen una sensación de serenidad y presencia en el aquí y ahora ante las más sutiles manifestaciones de devoción ante la VIDA en cualquier rincón en plena naturaleza.



Este Buda se llama Konnan y mide unos 12 metros de alto. Fabricado en bronce fue arrastrado por un tsunami hasta el lugar donde se encuentra actualmente. Parece inverosímil que la fuerza de una ola pueda desplazar más de un kilómetro una figura de tal envergadura.

AMENAZO CON CONTAR EN DIRECTO MÁS DETALLES SEGÚN LOS VAYA HACIENDO CONSCIENTES PUESTO QUE SE CUANDO EMPEZÓ EL VIAJE PERO NO SE HASTA CUANDO NI HACIA QUÉ LUGAR ME LLEVA.