Unos días después de lo previsto os hago un somero resumen del Encuentro de 2016.
Nos vimos un grupo de 40 personas con el programa que habíamos previsto aunque por motivos personales Maita Cordero no pudo compartir su ponencia puesto que no pudo asistir.
El viernes ya nos juntamos en torno a la mesa para saborear los platos que entre todos aportamos y, acto seguido a los saludos y presentaciones nos dimos un pequeño banquete que siguió con otro no menos suculento, el concierto de Cuencos de cuarzo, campanas, cuencos tibetanos, palo de agua,... ofrecido por Manuela.

A la mañana, toque de campana para convocar a una oración que se extiende de mil maneras, lenguas y formas distintas en el corazón de la Mama Pacha (Gaia).
Desayuno y de manera relajada nos fuimos preparando para la presentación del encuentro, en la que no pudo faltar, porque así lo sentimos, la gratitud por los que llegan y la oportunidad de encontrarnos en un lugar tan especial como este.

Comida y descanso para retomar con Carlos Galindo que nos guió por símbolos y mensajes del Camino de Santiago y nos habló del patrón que se conoce como la Flor de la Vida, curiosidades, anécdotas y coincidencias que hacen del que las experimenta vivir en estado de sorpresa, de atención y de presencia.
La noche llegó entre chapuzones, tertulias y risas con una cena festiva y alegre.
Sobre las 11 nos congregamos de nuevo bajo la carpa de las estrellas para vibrar, resonar y enmudecer ante los cantos élficos de Marianá. Entre los regalos que nos ofreció: la presentación en primicia del disco en el que sus cantos y los armónicos de Román se entrelazan creando una atmósfera de respeto y comunión con esos seres que habitan en los bosques y que nos proporcionan la seguridad de que La Tierra cuida a sus hijos aunque se alejan de ella y nos separamos de sus ritmos.
Y, tras el sueño reparador y los sueños-mensajes amanecimos al toque de la campana que nos convocaba a la ofrenda, a la oración, al lúcido recogimiento y reconocimiento en el UNO, DO lo llaman otros.
En tal estado de alegría se terminó que el aliento de Vicente nos llevó a las tierras y bosques de Galícia con gaita que alegraba y, si, se terminó bailando para celebrar.

Dar las gracias es la manera de poder apropiarnos de todo, para poder recibir hemos de agradecer profundamente y, esto es lo que hacemos hacia todos los que nos alimentaron en este Encuentro, bien en presentaciones grupales, bien en la conversación intimista entre conferencias y comida, GRACIAS a todos. Especialmente a los ponentes que asistieron de manera altruista.